Dejo en stand by este blog, pueden seguir mis comentarios ahora en el blog colectivo Polemicine.

30 de mayo de 2012

JANE EYRE (Cary Fukunaga, 2011)

Buena adaptación de la famosísima novela de Brontë. Algunos se preguntaran para que tantas adaptaciones, pero es que esta historia es tan atemporal que conviene que cíclicamente se revise para que nuevas generaciones la conozcan. Condensar en 115 minutos la historia tiene mérito, ya que aquí no falta ni sobra nada. Cary Fukunaga maneja bien los tiempos y sabe donde meter cada cosa en un relato no lineal con necesarios flashbacks para entender al personaje de niña huérfana maltratada y heroína romántica que es Jane Eyre. Aunque a pesar de la pericia evidente creo que sumergirse y disfrutar de los personajes de este relato es muy difícil con la duración de una película. Música adecuada y fotografía perfecta para una película amable que sabe sacar baza a su mágnético trío protagonista. Quizá demasiado guapo Michael Fassbender para hacer del poco agraciado señor Rochester, pero es una gran elección porque se requería un actor con mucha atracción.
Lo mejor: La novela base por supuesto. Las interpretaciones.
Lo peor: No da tiempo a emocionarse como es debido con esta historia de amor en una película. La veo más adecuada para miniserie.
Es un agradable y correcto 6.

4 comentarios:

  1. La he visto hace poco (me gusta ver todas las versiones de estas pelis....) y me agradó también mucho. Está claro que últimamente coincidimos..jaja Besos

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  2. Coincido contigo, yo le puse un 6,5 (un 6 en el Filma ya que no hay medios puntos).
    Me gustó bastante, aunque sigo quedándome con la peli del 43, me gustaban más los protagonistas de la clásica aunque los de esta versión lo hacen muy bien.
    He enlazado tu reseña en la de mi blog.
    ;)

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  3. Comparto vuestra apreciación, me resultó justo eso, amable y "bonita". Yo le di un 6 también :D

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  4. Pulga estoy deseando ver una versión más antigua, la que dices por ejemplo.
    Parece que coincidimos en lo amable de la adaptación pero en su falta de algo para ser notable, una pena la verdad.

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