BRIGHT STAR (Jane Campion)

"Pero cuando la melancolía llega,
Repentina desde el cielo como una nube llorosa,
Que inunda las flores cuidadas por el sol
Y abril esconde la verde ladera en una mortaja
Entonces, seca la pena en una rosa de la mañana.
O en el salado arco Iris de las olas marinas.
O en la riqueza redonda de las peonías
O si tu amante muestra su fabulosa ira
Toma su mano y déjala tronar
Y mira en el profundo de sus incomparables ojos."
John Keats (extracto de Oda a la melancolía)

Hagan una cosa: busquen en el diccionario el significado del adjetivo romántico, me encanta esa palabra y no me avergüenza decirlo, a lo mejor tiene matices que no conocían; bien, pues todos los reune Bright Star. Vean si no, un poeta enfermizo y muerto de hambre y una costurera soñadora y arrojada se enamoran en una Inglaterra victoriana tan bucólica como cerrada, pero no hay manera de que estén juntos. La corta vida del poeta inglés John Keats daba muy bien de si para una historia de pasión, amor y tragedia. La peli tiene mucho de las dos últimas y menos de lo que me gustaría de la primera, pero no decepciona salvo por algún momento demasiado lento. La directora monta un escenario tan melancólico como era necesario con una fotografía dulce y bellísima, y la atmósfera de anhelos y deseos reprimidos está tan conseguida que a veces cuesta respirar. A la pareja de actores no los conocía y lo hacen muy bien, sobre todo ella, una australiana con su primer papel importante.
No he vuelto a ver desde El piano a Jane Campion porque parece que desde entonces no levantaba cabeza. La ha levantado un poco aunque sin llegar a la profundidad de aquel clásico moderno. Es un seis.