Es rara, surrealista y original. Un stop mocion que se nota que está hecho por quien sólo ha hecho imagen real. A ratos una tontería para pasar el rato, en general me ha decepcionado quizá porque tenía demasiadas expectativas por lo que había leído y escuchado de esta incursión de Wes Anderson en la animación. Le reconozco eso sí la gran labor artesanal en estos tiempos en los que el ordenador lo hace todo. Pero al contrario que Kells por ejemplo esta labor no me llega tanto. En fin, cada uno tiene sus razones y su canon estético, a mí el de esta peli, sus movimientos, su paleta de colores, no me convence del todo, aunque desde luego es llamativo e interesante.
Acabo comentando que no es para nenes. Es una fábula (nunca mejor dicho, je) sobre... Ejem no sé sobre que animales o personas salvajes o que, ¿alguien me la explica? :P
Dejo en stand by este blog, pueden seguir mis comentarios ahora en el blog colectivo Polemicine.
No la he visto. Leí en su momento, eso sí, las aventuras del superzorro de Roald Dahl, que creo que han inspirado la película, y me gustaron como todo lo que he leído del autor.
ResponderEliminarMe quedé con ganas de ver la película, ya la veré en televisión.
Saludos.
Sí, el precedente es Dahl.
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