“Me fascinan las relaciones humanas. No me refiero sólo a las relaciones sexuales, sino entre padres e hijos, al conjunto de las relaciones. En mi opinión, si hay guerras en el mundo, se debe a que el hombre no ama bastante al prójimo. También pienso que la pereza engendra el mal; es más fácil odiar que querer”.
“El cine ocupa un lugar considerable en mi vida, pero no es nada si lo comparo a temas como el nacimiento, el amor, la muerte. Decidí que para convertirme realmente en adulto, debía realizar tres películas. Son tres películas indisociables, pues tratan del amor, de la muerte y del mal. Contra la Pared habla del amor; Al Otro Lado, de la muerte. Habla de la muerte en la medida que cada muerte es un nacimiento, ya que la muerte y el nacimiento abren caminos hacia otras dimensiones”.
“El cine ocupa un lugar considerable en mi vida, pero no es nada si lo comparo a temas como el nacimiento, el amor, la muerte. Decidí que para convertirme realmente en adulto, debía realizar tres películas. Son tres películas indisociables, pues tratan del amor, de la muerte y del mal. Contra la Pared habla del amor; Al Otro Lado, de la muerte. Habla de la muerte en la medida que cada muerte es un nacimiento, ya que la muerte y el nacimiento abren caminos hacia otras dimensiones”.
Declaraciones de Fatih Akin. ¿Un iluminado? Es la primera película que veo de este berlinés de padres turcos, pero no lo creo. Estas pelis que hablan de la Vida, con mayúsculas, es lo que tienen, que pueden resultar pretenciosas si uno se descuida. Pero Akin no se descuida. Su fresco de relaciones humanas, aunque intrincado en su forma temporal y marcado por las idas, venidas y desencuentros de sus personajes, es terriblemente simple en su fondo: el deseo y la búsqueda que todos tenemos para encontrar un lugar en el mundo. La lucha en definitiva. El guión resulta, y así lo vieron en Cannes ganando el galardón; y la interpretación de los actores, que ni lo parecen, me convence del todo.
Conozco Turquía lo suficiente como para emocionarme profundamente con esas tomas persiguiendo siempre a alguien por las calles polvorientas, por las azoteas de esas pobres casas, con esa luz especial de Estambul, sobre los minaretes de las mezquitas, sobre las aguas del estrecho. Era como estar allí. Interesante el contraste que nos muestra entre el primer y el segundo mundo y como coloca a los peones –porque todos lo son- en un lado y otro sin que parezca llegar a ser nunca el lado correcto, pero al final cada uno encuentra su sitio al otro lado. Ali y Yeter, Ayten y Lotte, Nejat y Susanne; tengo sus rostros y sus hermosos nombres aún clavados en mi memoria.
qué buena pinta tiene!
ResponderEliminarA mí también me gustan este tipo de películas si están bien contadas. La tendré en cuenta.
Saludinos!
Si te gustan las pelis "tipo cines Renoir", como yo las llamo, esta no te va a decepcionar.
ResponderEliminarTengo por comentar otra de estas, El Edificio Yacoubián, otra que tal baila.
Si Contra la pared es la que creo que es, no me gustó mucho, pero recibión unos cuantos premios, as´´i que una vez más, el raro soy yo.
ResponderEliminarSeguiré tu recomendación y veré ésta para poder opinar con conocimiento de causa.
Un beso.
Pues sí Contra la Pared es la que tuvo tantos premios. Yo no la vi. Este director está bastante bien tratado por la crítica. A veces dices que las verás y luego nunca las ves, turro!
ResponderEliminar:P
Me has metido el gusanillo, Cyllan. Te acabo de leer, cierro ventana y pongo a trabajar a la mula.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Pues por lo que sé de ti la mula no va a trabajar en vano querido Dédalus. Te gustará.
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