AMERICAN GANGSTER (Ridley Scott)

Que tarde he visto este film, creo que debido a la temática, a mí la vida y “burradas” de los gángsteres no me interesa mucho. Pero claro, esto es lo que tienen las buenas películas, hacen que cualquier tema te resulte atractivo si está tan bien contado. La leyenda de Frank Lucas, un personaje real, posiblemente el traficante de drogas y líder ciudadano más inteligente de Nueva York. Además, el que tuvo retuvo, se le puede aplicar muy bien a Scott. El responsable de historias tan tremendas como Blade Runner o Thelma y Louise en algún lado tiene el genio, y le sale “a veces”, le sale en American Gangster.

Me gusta como al principio uno cree que está asistiendo a una representación más del Bien y del Mal, pero vaya que no es eso, no es maniqueísta. El blanco y el negro, el desprecio absoluto por la vida y arriesgarse por ella a cada momento, el cinismo y la nobleza, ¿100% puros como la sustancia que hace rico a Denzel? No. Y que redondo que las fisuras de ambos estén precisamente en el mismo punto: La familia, los seres queridos. El negro será un “payaso” por ella y el blanco será un padre imposible por él.

El director estaba decidido a investigar la aparente dicotomía de los dos personajes: “Exploraría dos universos con la esperanza de hacer que ambos fueran fascinantes y de acercarlos paulatinamente. Era necesario intercalarlos con cuidado porque cada vez que se intercalan, los dos mundos se acercan un poco más”. Experimenta con esa cercanía y el hecho de que los dos no se encuentren físicamente más que cuando el juego ha terminado. Scott une como pocos la comercialidad y el buen hacer, muy creíbles interpretaciones, guión trepidante y adictivo, montaje perfecto. En fin, más de dos horas de ojos como platos que pasan volando, créeme, te atraigan los gángsteres o no.